El periodo que va desde la segunda guerra mundial hasta mediados de los años setenta del siglo XX es el más prolífico de toda la historia del arte. Durante esos años, multitud de tendencias y movimientos más o menos estructurados se fueron sucediendo vertiginosamente. La mayoría de esas manifestaciones artísticas tienen un carácter internacional, aunque en algunos se dan diferencias significativas de forma local.
La postura innovadora de los artistas de este periodo produjo una apertura de las delimitaciones o fronteras del ámbito artístico que condujo a la desaparición de los rasgos inherentes a lo propiamente artístico.
El arte moderno puso de manifiesto que la deformación de los objetos que se representaban no era involuntaria, sino deliberada, artística, buscada con el fin de satisfacer cierta concepción poética de las cosas.
El sacrificio de la razón, este irracionalismo es lo que el arte moderno ha hecho valer por encima de las normas tradicionales.
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Se define por tanto al arte moderno como irracionalismo en su forma más amplia. No obstante, podemos decir que el irracionalismo es una condición necesaria del arte, y que está presente en todas las expresiones artísticas de la humanidad, por lo que no puede considerarse como algo característico peculiar del arte moderno.
Pero teniendo en cuenta que el arte moderno es el más artístico, el más puro como arte, “el arte por el arte”, se entiende en qué sentido la definición anterior es cierta; porque debe verse en el arte moderno el más puro, el más absoluto irracionalismo estético que ha conocido la humanidad.
Ninguno de los irracionalismos de los artes anteriores, de carácter místico, popular o tradicional lo era por completo ya que siempre estuvieron ligados a alguna forma de la significación, es decir, al entendimiento.
En el irracionalismo del arte moderno no hay sitio para ninguna clase de significación, se trata de un irracionalismo objetivista.
Pero teniendo en cuenta que el arte moderno es el más artístico, el más puro como arte, “el arte por el arte”, se entiende en qué sentido la definición anterior es cierta; porque debe verse en el arte moderno el más puro, el más absoluto irracionalismo estético que ha conocido la humanidad.
Ninguno de los irracionalismos de los artes anteriores, de carácter místico, popular o tradicional lo era por completo ya que siempre estuvieron ligados a alguna forma de la significación, es decir, al entendimiento.
En el irracionalismo del arte moderno no hay sitio para ninguna clase de significación, se trata de un irracionalismo objetivista.
Esto significa que considera la irracionalidad como una propiedad esencial del objeto y no como un defecto interior de la conciencia. A esta concepción debe el arte moderno su carácter profundamente revolucionario e impopular.
De acuerdo con esta concepción, las representaciones de los místicos tanto como las de los locos adquieren validez objetiva, se refieren a la misma realidad que las representaciones de los laicos y de los cuerdos; en otras palabras, considera que la falta de significación, o sea la irracionalidad es una cualidad esencial y natural de la realidad que confronta a nuestro entendimiento.
Las primeras obras del arte moderno se corresponden a los movimientos romántico y realista. Más tarde, se empezó a jugar con la luz y el espacio, a través de la pintura y el color, lo que dió lugar al impresionismo y posimpresionismo.
Unos años antes de la Primera Guerra Mundial, se desarrollaron los movimientos del cubismo, el fauvismo, elexpresionismo y el futurismo. Más tarde vino el surrealismo.
A partir de los años 50 y 60 fueron aàreciendo otras formas de expresión del arte moderno como el expresionismo abstracto, el pop-art y el minimalismo.
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Koloman Moser
Koloman Moser (Kolo Moser) (Viena, 30 de marzo de 1868 - ibídem, 18 de octubre de 1918), fue un artista austriaco que ejerció considerable influencia en el arte gráfico de principios del siglo XX, además de ser unos de los más destacados artistas de la Secesión de Viena Asimismo fue cofundador de los Talleres de Viena1 conocidos como Wiener Werkstätte. A lo largo de su vida, Moser diseñó una amplia gama de trabajos artísticos: libros y gráficos desde estampillas a viñetas para revistas, moda, vitrales, porcelanas y cerámicas, vidrio soplado, vajilla, platería, joyería y mobiliario, entre otros. Estudió en la Academia de Viena y la Escuela de Artes Aplicadas (Kunstgewerbeschule) donde también dio clases a partir de 1899. Sus diseños para arquitectura, mobiliario, joyería, gráfica y tapicería ayudaron a caracterizar los trabajos de su era. Moser trajo las líneas límpias y los motivos repetidos del arte y la arquitectura grecorromano clásico en respuesta a la decadencia de tipo barroca do los alrededores de laViena de cambio de siglo.
Entre 1901 y 1902 publicó un catálogo titulado “Die Quelle” (El origen) de elegantes diseños gráficos para cosas como tapicería, tejidos y empapelados.
En 1903 Moser, junto a su colega Joseff Hoffmann, se convirtió en fundador de la Wiener Werkstätte, cuyos estudios y artesanos produjeron variados artículos del hogar diseñados de manera estética y funcional, incluyendo cristalería, platería y textiles.
En 1904 diseñó el arco ábside de mosaicos y vitral para la Iglesia de San Leopoldo de Viena2 (Kirche am Steinhof). En 1905, junto al grupo de Gustav Klimt, se separó de la Secesión de Viena. El mismo año se casó con Editha (Ditha) Mautner von Markhof, la hija de uno de los dueños de una las grandes fortunas industriales de Austria. En 1907 Kolo Moser se retiró de los Talleres de Viena debido a conflictos internos con su administración.
En octubre de 2008 el correo austríaco emitió un sello postal en su homenaje coincidiendo con el 90° aniversario de su fallecimiento.
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