miércoles, 11 de noviembre de 2015

Lo novo hispano-colonial

Arte novo hispano

  1. La primera generación de artistas en Nueva España estuvo formada por peninsulares y europeos emigrados y frailes que acometieron las grandes obras arquitectónicas del siglo XVI ayudados por la mano de obra indígena. A la labor evangelizadora de los frailes se unió la formación de los indígenas en términos artísticos debido a su desconocimiento de las técnicas y formas europeas. El estilo barroco representa una experiencia de sobrevivencia cultural por parte de los indígenas. En la arquitectura hay una extraordinaria diversidad, condicionada por el propio medio físico, la gran variedad de materiales existentes en cada área geográfica y la presencia de un pasado precolombino. Adición de la cosmogonía indígena.
  2.  La presencia del color es otro rasgo característico; se manifiesta, sobre todo, a través de la piedra, el ladrillo revocado en blanco, la tintura de almagre (óxido rojo de hierro), la yesería policromada y los azulejos. Gira en torno al catolicismo, especialmente lo temas marianos.  Estuvo influenciado por el flamígero francés y el churrigeresco español. La temática plástica tendrá un definido carácter religioso. Se trata de un arte que será utilizado como argumento convincente del poder católico . El arte se dirigirá antes a la sensación que a la razón naturalismo. Los volúmenes simples, la sencillez compositiva y el tenebrismo, caracterizado por los fuertes contrastes de luz y sombra, definen el estilo que no cambiará hasta los últimos años de su vida, cuando la influencia de Bartolomé Esteban Murillo le lleve a experimentar con una pincelada más suelta y ligera y un uso más vaporoso de los colores.
  3. Rosa atascada por el demonio.
    Cristóbal de Villalpando.
    El cuadro tiene un punto de vista bajo (contra picado) debido a la altura donde se iba a colocar (la parte superior del retablo) esto permite ver un ligero escorzo. La luz proviene del lado izquierdo e ilumina la pierna, brazo y una parte del hábito de Santa Rosa, que luce espléndido con tonos azulados y ocres que se dan entre los pliegues de la tela; el rostro de demonio que surge de una oscuridad profunda. La cabeza y la pierna derecha forman una vertical que se corta al suponer una horizontal que es el piso, sin embargo la estabilidad del cuadro se da más bien con la horizontal de los hombros de la bestia, que es una línea más fuerte.
    Los cinco señores.
    Cristóbal de Villalpando.
    Se trata de una pintura muy estable con evidentes líneas horizontales marcadas por los bancos en donde se encuentran los personajes que los ubica casi a la misma altura. En primer plano de izquierda a derecha Santa Ana, el niño Jesús y María, un poco más atrás los varones: San Joaquín y San José. El movimiento se da el las diagonales que parten de la cabeza de Jesús y van a la derecha y la izquierda hasta San Joaquín y San José respectivamente.
      Cristóbal de Villalpando.

        Biografía.

        Aunque no se tiene la certeza, se puede inferir que el pintor nació en la Ciudad de México hacia 1649, gracias a un documento hallado en un libro de amonestaciones de españoles perteneciente al sagrario de la catedral de México, fechado en 1669.
        En este documento, Cristóbal de Villalpando asegura ser "hijo y legítimo vecino de la ciudad" y, a continuación, se asienta el nombre de su esposa, María de Mendoza. Los autores calculan que el pintor no podía contar con menos de 20 años al contraer matrimonio, por lo que se estima la fecha de su nacimiento cerca de 1649.1 No obstante, su autorretrato en La apoteosis de San Miguel (1685) lo refleja como un hombre de apariencia de 35 años, por lo que se cree también que su fecha de nacimiento oscila entre 1650 y 1655.2
        Cristóbal de Villalpando fue veedor del gremio de pintores entre 1686 y 1699. En 1698 fue alférez de la Guardia de Alabarderos y ascendido a capitán en el año 1702. Su muerte se da en 1714, siendo enterrado en la iglesia de San Agustín.


        "Sabias que los primeros trabajos de Villalpando se remotán al año 1675, en el convento mayor del franciscano San Martín"

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